No me escondo, estoy en contra de las patentes
Del sistema de patentes se han
escrito ríos de tinta, y he de admitir que es uno de mis temas
favoritos en la ciencia, al menos en la parte legal.
Por lado es una forma de proteger los derechos de los inventores aunque sobre todo de las empresas que invierten en I+D. El desarrollo de nuevas técnicas y productos por lo general es costoso, requiere años de intento y error sin la certeza de crear lo que estás buscando, una apuesta arriesgada de la cual, en caso de éxito, nos beneficiaríamos todos pero que si fracasa solo perjudica al inventor. Este tipo de investigación es algo positivo por se, y promoverla es una cualidad de la sociedad.
Por otro lado, presenta varios problemas que yo creo que se tiene que tener en cuenta. En primer lugar los frutos de investigación pertenecen a las empresas, su éxito no suele retribuirse al inventor que lo ha desarrollado, sino a los accionista que son los que recogen los beneficios económicos del nuevo invento. Entiendo que esto permite a la empresa crecer, mantener los puestos de trabajos existentes e incluso aumentarlos, pero la idea de que el esfuerzo y la creatividad sea dirigida al bolsillo de quienes no han participado en su creación, no es algo con lo que esté de acuerdo.
Otro inconveniente que le veo al sistema es que, si bien promueve la investigación, supone una barrera a la hora de llevar el invento a la gente que lo necesite. Un ejemplo muy evidente son los fármacos, por el sistema de patentes un medicamento puede no llegar a quienes lo necesiten o, como en el caso de Martin Shkreli, compró la patente de un medicamento contra el SIDA y aumento un 5000% el precio, afortunadamente la justicia lo detuvo, pero en casos menos flagrantes una jugada similar es posible.
Además, he de decir que como sistema de promoción de innovación no es tampoco muy bueno, el sistema deja fuera las investigaciones que no sean patentables, como es el caso de los compuestos farmacológicos encontrados en plantas, y que quedan en manos de investigaciones públicas que por lo general tiene un presupuesto mucho menor.
Finalmente, quiero destacar que, como doctorando en una universidad pública, no creo que el sistema de patentes sea imprescindible. En las universidades de todo el mundo y en cientos de centros de investigación hay científicos de todo tipo esforzándose con todas sus fuerzas en ampliar el conocimiento humano y desarrollar nuevas tecnologías, todo ello sin el objetivo de recibir una recompensa monetaria, sólo porque investigar e inventar está en nuestra naturaleza.
Es verdad. En las universidades en general no se hace investigación para patentar, pero si por lo que sea se obtiene algo "patentable" mejor que sea para la uni y para los investigadores que para la primera empresa que lo pille.
ResponderEliminarGran título :-)
Bueno, aquí acabamos el curso.